Al creador de Facebook Mark Zuckerberg se le atribuye la frase: “Hecho, mejor que perfecto” y existe otra frase muy conocida en el mundo empresarial que dice: “Fracasa rápido, fracasa pronto… pero sobre todo, fracasa barato”.
Estas dos frases encierran dos elementos necesarios para poner en marcha cualquier proyecto: la capacidad de acción que debemos tener para intentar alcanzar un objetivo, aunque los resultados no sean perfectos, y ser lo suficientemente ágiles como para abandonar cuando sea necesario.
Es normal que las personas que están poniendo en marcha un proyecto nuevo inviertan muchísimo tiempo en desarrollar hasta el último detalle de su negocio. Tienen muy claro los objetivos y el problema que quieren resolver. Las grandes ideas surgen de forma natural cuando nos enfrentamos a situaciones que nos afectan directamente, surgen de una necesidad específica que nos incumbe y de un problema al que tenemos que dar solución.
Sin embargo, es muy común boicotearse con pensamientos que retrasan la puesta en marcha del proyecto: necesito más dinero, más recursos, más colaboradores. Esos pensamientos retrasan el momento crucial en el que tienes que enfrentar tu idea con la realidad.
Todo lo que estás construyendo, con encomiable esfuerzo y voluntad, está basado en la hipótesis de que el mercado necesita la solución que propones a un problema que crees existe. Que suframos en nuestras carnes, como decíamos en el párrafo anterior, ciertas problemáticas, no significa que el mercado este dispuesto a comprar la solución que proponemos.
Por lo tanto, validar nuestra idea de negocio debería ser nuestro objetivo número uno, todo lo demás: la tecnología que usemos, los profesionales que intervengan, el plan de marketing y comunicación, los márgenes de beneficio, etc., todo ello es secundario.
Empezabamos este post con la frase de Mark Zuckerberg “Hecho, mejor que perfecto”. Efectivamente, salir del mundo de las ideas y comprobar la respuesta de nuestros audiencia es prioritario.
Esto no significa que renuncies a la fase de análisis, tu Lean Canvas o cualquier sistema que uses para estudiar tu modelo de negocio es necesario. Tener por escrito de la forma visual más posible; cuál es el problema a resolver, las alternativas que existen en el mercado, las ventajas que proporciona tu producto o servicio, las métricas que se van a utilizar para saber si se debe pivotar o perseverar, la segmentación de clientes con los que trabajarás, el flujo de ingresos, la estructura de costes, etc., es una fase primordial que no puedes ni debes saltarte (en Bevator puedes hacer tus canvas de forma gratuita).
Pero como decíamos anteriormente el plan de empresa no es suficiente, nada es más eficaz que enfrentarse de forma real a tus potenciales clientes y a la venta. Si no vendemos ¿para qué estamos trabajando?
Te proponemos seis pasos que te permitirán saltar al terreno de juego y empezar a vender. No necesitarás conocimientos informáticos avanzados y puedes desarrollarlos tu mismo a un coste mínimo o casi gratis (a excepción del punto tres, inversión en Facebook o Google Adwords que dependerá de tu presupuesto).
Se basa en utilizar las plataformas “do it yourself” tan de moda últimamente y que tanto éxito están teniendo. Estas plataformas para una primera fase son perfectas, te permitirán crear la estructura mínima viable para empezar a funcionar. Ya sea una web, un blog, una app móvil, o cualquier otro elemento que necesites. En fases posteriores, y en función de como responda tu audiencia, podrás pasarte a desarrollos personalizados hechos a medida.
El objetivo es mostrar tu producto o servicio de forma rápida y realizar las primeras ventas. En muy poco tiempo podrás tener opiniones de primera mano y empezar a dar respuestas basadas en datos reales y no en hipótesis: ¿tu público está dispuesto a comprar lo que ofreces?, ¿les parece caro o barato?, ¿están satisfechos?, ¿demandan otros productos?, etc.
Empezamos!!
1. INVESTIGA DE FORMA REAL LA DEMANDA
Realizar un pequeño análisis de mercado. Extrae de forma real (en la mediada de tus posibilidades) si tu audiencia en verdad tiene ese problema y cómo lo soluciona, qué compañías o productos resuelven esas necesidades. En definitiva, valida si existe mercado suficiente.
¿Cómo lo hago?:
Consulta Google Keyword Planner o planificador de palabras clave. Se trata de una herramienta muy poderosa que te permite medir el volumen de búsquedas para una determinada palabra. Es decir, puedes ver una estimación de las consultas que se realizan en internet para un determinado concepto. Lo que es un excelente indicador de la demanda.
Si cuentas con una base de datos haz una encuesta, entrevista a tu audiencia, extrae tanta información como te sea posible. Puedes hacerlo a través de la página gratuita para la creación de formularios de Google. A todos nos gusta dar nuestra opinión cuando nos preguntan de forma sincera sobre algo que nos afecta.
2. CREA UNA LANDING PAGE
Una landing page o página de aterrizaje es una página web diseñada específicamente para hacer conversiones. El funcionamiento es sencillo, si ofrecemos contenidos de interés a los usuario, estos estarán dispuestos a dejarnos información a través de un formulario. De esta forma obtenemos información de contacto de potenciales clientes y podemos intentar las primeras ventas de forma directa y personalizada.
¿Cómo lo hago?:
Seguramente tienes ya tu dominio y alojamiento contratado. Descarga tu modulo de WordPress o Prestashop y instala algún pluging gratuito para hacer landing pages, hay cientos en el mercado. Por ejemplo: Elementor Page Builder.
3. CREA UNA CAMPAÑA PARA ATRAER TRÁFICO
Crear una campaña de anuncios en Facebook o Google Adwords, para atraer tráfico a la landing page. La gran ventaja de ambos es la facilidad con las que puedes segmentar al público objetivo al que dirigir tu campaña. Otra de las ventajas es que nos permite controlar el gasto de una forma muy precisa. Ajustando la campaña a nuestro presupuesto.
¿Cómo lo hago?:
Desde Facebook para empresas, tienes toda la información necesaria e este enlace, y con Google Adwords desde aquí.
4. HAZ A/B TESTINGS
El A/B testing consiste en desarrollar y lanzar dos versiones de un mismos elemento y medir cuál funciona mejor. Sirve para optimizar una estrategia de email marketing o mejorar la efectividad de una landing page. De esta forma podemos determinar que titulares, imágenes o texto influyen en el ratio de apertura.
¿Cómo lo hago?:
También existen cientos de posibilidades. Te recomendamos Mailrelay, desde donde puedes hacer A/B testing con 75.000 envíos gratis.
5. ANALIZA LOS RESULTADOS
¿Si no mides lo que haces como sabrás lo que tienes que cambiar? Estas sencillas actuaciones arrojaran mucha información sobre tu modelo de negocio. Si se han producido ventas empezaras a tener datos reales, podrás empezar a implementar mejoras o a corregir errores.
¿Cómo lo hago?:
Con Google Analytics. Google Analytics es una herramienta de analítica web. Ofrece información del tráfico que llega a los sitios web según la audiencia, la adquisición, el comportamiento y las conversiones que se llevan a cabo en el sitio web. Absolutamente imprescindible.
6. DESARROLLA TU IDENTIDAD VISUAL MÍNIMA VIABLE
Llamamos Identidad visual mínima viable al conjunto de piezas básicas que constituyen el mínimo viable para poder proyectar una imagen seria y profesional a tus clientes.
Consiste en el diseño y desarrollo, de una forma coherente y homogénea, de las siguientes piezas:
1. Logotipo de empresa, o en el caso de ser un profesional independiente, gráfica que permita ser fácilmente identificado (colores, tipografía, etc.).
2. Tarjetas comerciales.
3. Firma de correo electrónico.
4. Página Web o Landing page.
5. Maqueta para hoja de carta, facturas, etc.
Por fortuna, proyectar una imagen coherente y sincera no depende de lo grande o pequeña que sea una empresa, ni siquiera depende del volumen de dinero invertido en Identidad Corporativa. Todos conocemos ejemplos cercanos de pequeños negocios que saben transmitir de forma eficaz la esencia de su negocio y el servicio que proporcionan. El secreto reside en ser rigurosos en la aplicación del estilo que queramos que nos identifique. En definitiva, que haya una coherencia entre la imagen que proyectamos y lo que realmente hacemos.
En este enlace desarrollamos este apartado en profundidad, Cómo construir una identidad visual mínima viable para tu negocio.
CONCLUSIÓN
Validar nuestro modelo de negocio no es otra cosa que comprobar que las hipótesis sobre las que basamos nuestra estrategia o plan de negocio son ciertas, y por lo tanto nuestro proyecto será viable. Significa, desde una perspectiva práctica, comprobar que nuestro publico objetivo está dispuesto a comprar nuestro producto o servicio.
Cuanto antes creemos nuestro Producto Mínimo Viable y pongamos a prueba nuestro modelo de negocio en un entorno real, enfrentándonos cara a cara con nuestros prospectos, mejor será. Tanto si los resultados son buenos como sin son malos. Nos ahorraremos tiempo, dinero y disgustos.
FOTO: Roman Kraft (Unsplash)